El Cerebro, un diseño sin competencia

Resulta fascinante adentrarse en el mundo del cuerpo humano y no es solo pasión de médico.

Todo tiene una función perfecta y específica, donde no falta ningún detalle y se ha previsto que esté comandado por el cerebro.

Sin él no hay vida, es el que manda y de eso no hay discusión alguna. Como si se tratara de una orquesta, el cerebro es el órgano director, el que indica a los demás cómo funcionar y además de eso, los controla. Y es que más allá de su complejidad, el cerebro es un órgano que resulta fascinante porque a pesar de su tamaño, tan pequeño, en relación con el resto del cuerpo, goza de absoluta ‘inteligencia’, pues por él deben pasar desde emociones, hasta movimientos y habilidades propias de todos los seres humanos. cerebro humano y la médula espinal constituyen el Sistema Nervioso Central gobernando la funcionalidad del resto de nuestro organismo, pudiera decirse que es como la locomotora del resto del tren. En él hay representación de cada función controlando las capacidades de pensar, ver, sentir, moverse, escuchar, oler, degustar todo esto, mediante la interpretación de estímulos externos. Pero ¿cómo un órgano que apenas pesa 1,4 kilos puede hacer tanto? La respuesta es simple, su composición por lóbulos logra especializar sus funciones de acuerdo con el área donde se encuentre y así conectarse con cualquier órgano del cuerpo.

¿Cómo funciona nuestro cerebro?

No existe persona en este mundo que pueda explicar con certeza cómo funciona nuestro cerebro, lo cual es bastante evidente, ya que si pudiéramos conocer el mecanismo de funcionamiento del cerebro en su totalidad lograríamos comprender todas sus capacidades y sus límites para el pensamiento, las emociones, razonamiento, el amor y todos los aspectos de la vida humana.

Pero entender la mecánica de las redes neuronales, y cómo se relaciona esto con el funcionamiento global del cerebro es algo que está muy lejos todavía. No existe un método para estudiar cómo los grupos de neuronas forman redes funcionales a todos los ámbitos de la vida humana.
Uno de los mayores obstáculos con que se encuentran los científicos al investigar el funcionamiento del cerebro es el concepto de la conciencia. En algún lugar de nuestro cerebro somos conscientes de nuestros pensamientos. Incluso somos conscientes de nuestra experiencia y conocimientos: sabemos que sabemos.
Esto es un obstáculo muy difícil de superar en cuanto a la investigación de la mente humana, y los especialistas creen que si alguna vez se resuelve, se plantearía una cuestión igual o más desconcertante aún.

El equipo del cerebro

El jugador más importante del equipo del cerebro es la corteza cerebral, constituye el 85% del peso del cerebro y es fácil ver porque ésta es la parte pensante del cerebro. Te permite resolver problemas de matemáticas, jugar a resolver desafíos de lógica, alimentar a tus peces, bailar, recordar el cumpleaños de tu hermana y dibujar. La corteza cerebral hace que los seres humanos seamos más inteligentes que los animales porque es la parte que nos permite razonar. Imagínate si tu perro intentara leer el periódico después de buscarlo. No lo conseguiría, porque comparado con tu cerebro, ¡la parte pensante de su cerebro es muy pequeña!

La corteza cerebral está formada por dos mitades, una a cada lado de la cabeza. Algunos científicos piensan que la mitad derecha te ayuda a pensar en cosas abstractas, como en la música, los colores o las formas. Y se dice que la mitad izquierda es la que es más analítica, te ayuda con las matemáticas, la lógica y el discurso. Los científicos saben con certeza que la mitad derecha del cerebro controla la parte izquierda de tu cuerpo y la mitad izquierda controla la derecha.

Una parte del cerebro es la llamada área motora. Recorre las dos mitades del cerebro como si fuera un auricular de oreja a oreja. El área motora controla tus músculos voluntarios – los músculos de tu cuerpo que se mueven cuando tú quieres que lo hagan. La próxima vez que juegues al fútbol e intentes marcar un gol, ¡dale gracias a tu área motora!

El cerebelo

¡La parte siguiente es el cerebelo. El cerebelo está en la parte posterior del cerebro, por debajo de la corteza. Es mucho más pequeña que la corteza cerebral, sólo un 1/8 de su tamaño. Pero no dejes que el tamaño pequeño del cerebelo te engañe – está trabajando mucho entre bastidores, controlando el equilibrio, el movimiento y la coordinación (la manera en que tus músculos trabajan juntos). Gracias al cerebelo te puedes parar erguido, mantener el equilibrio y moverte de un lado a otro. Piensa en un surfista subido a su tabla sobre las olas. ¿Qué es lo que más necesita para mantener el equilibrio?¿La mejor tabla?¿El traje más genial? Nada de eso – ¡necesita su cerebelo!

 

El tronco encefálico

Otra parte del cerebro que es pequeña pero poderosa es el tronco encefálico que está situado debajo de la corteza cerebral y delante del cerebelo. El tronco encefálico conecta el resto del cerebro a la médula espinal, que recorre tu cuello y espalda. El tronco encefálico se ocupa de todas las funciones necesarias para que tu cuerpo esté vivo, como la respiración, la digestión de alimentos y la circulación sanguínea.

Parte de la función del tronco encefálico es controlar a los músculos involuntarios – los que funcionan automáticamente, sin que lo pienses. Hay músculos involuntarios en el corazón y el estómago, y es el tronco encefálico quien le dice a tu corazón que bombee más sangre cuando vas en bicicleta o a tu estómago que digiera ese trozo de pastel de cumpleaños que te acabas de comer. (Recuerda que el córtex controla los músculos voluntarios. ¡Controlar todos los músculos del cuerpo es una tarea demasiado grande para una parte del cerebro!). El tronco encefálico también clasifica los millones de mensajes que el cerebro y el resto del cuerpo se envían. ¡Uf!¡Es bastante trabajo ser el secretario del cerebro!

El hipocampo

El hipocampo es una parte increíblemente genial, porque la utilizas para recordar el camino al trabajo. El hipocampo forma parte de la corteza cerebral y es la zona del cerebro que se ocupa de la memoria. Hay distintas clases de memoria: dos de éstas son las llamadas a corto y a largo plazo. Intenta recordar lo que has desayunado hoy – este es un ejemplo de la memoria a corto plazo. Se trata de información que tu cerebro acaba de recibir. Ahora piensa en tu primer día de clases o en la fiesta de cumpleaños del año pasado. Esos son ejemplos de acontecimientos guardados en tu memoria a largo plazo.
Tu hipocampo tiene la gran tarea de transferir la información entre las memorias a corto plazo y largo plazo. Es mucho trabajo, pero el hipocampo está siempre allí, asegurándose de que recuerdas las pequeñas cosas, como dónde dejaste tu yo-yo, y también las grandes cosas, como las vacaciones en las que fuiste de camping hace dos veranos.

La glándula pituitaria

¡La glándula pituitaria es muy pequeña – ¡es del tamaño de un guisante! Su trabajo consiste en producir y liberar hormonas en tu cuerpo. Si la ropa del año pasado de tus hijos queda muy pequeña, es porque la glándula pituitaria ha liberado hormonas especiales que les han hecho crecer. Esta glándula también juega un papel muy importante durante la pubertad. Este es el momento en que los cuerpos de los chicos y las chicas pasan por importantes cambios a medida que se convierten lentamente en hombres y mujeres – todo gracias a las hormonas liberadas por la glándula pituitaria. Esta pequeña glándula está involucrada con muchas otras hormonas, como las que controlan la cantidad de azúcares y agua en el cuerpo. Y ayudan a mantener tu metabolismo activo – tu metabolismo es todo lo que ocurre en tu cuerpo para mantenerlo vivo y creciendo y para darte energía, como respirar, digerir alimentos, y hacer circular la sangre.

El hipotálamo

Por último, pero no menos importante, el hipotálamo, que se encuentra justo en el centro de tu cerebro, en medio de la acción. El hipotálamo es como el termómetro interno de tu cerebro. Sabe a qué temperatura debería estar tu cuerpo (unos 98,6 grados Fahrenheit o 37 grados Celsius) y transmite mensajes que indican a tu cuerpo si debe sudar o temblar. ¿Por qué? Sudar cuando tienes calor y temblar cuando tienes frío es la manera en que tu cuerpo intenta mantener constante la temperatura interna – independientemente de lo que estés haciendo o de la temperatura externa. ¿Recuerdas la última vez que corriste y sudaste mucho? Tu hipotálamo pudo darse cuenta de que tu temperatura estaba aumentando por correr tanto y mandó un mensaje a tu piel para que sudara. Cuando empezaste a sudar, tu cuerpo empezó a enfriarse.

Esos nervios…

Bueno, pues el cerebro manda todos estos mensajes a todo tu cuerpo. Pero ¿cómo? Por medio de los nervios. Los nervios son grupos de hilos finos que transportan mensajes por todo el cuerpo, de forma muy parecida a como las líneas telefónicas transportan las conversaciones. El nombre que recibe el sistema completo de nervios es sistema nervioso y recorre todo el cuerpo al igual que lo hacen las líneas telefónicas por toda la ciudad. Algunos de estos mensajes van directos al gran jefe, pero muchos otros pasan por un grupo largo de nervios, llamado médula espinal. La médula espinal pasa por el interior de tu columna. Tócate la espalda, en el medio de la espalda se palpa la columna vertebral.

Incluso tus ojos, oídos y piel trabajan para tu cerebro, mandando mensajes a través del sistema nervioso acerca de lo que pasa fuera de tu cuerpo.

Con este viaje que hemos hecho espero que os haya servido para descubrir y apasionaros un poco más por los aspectos que componen nuestra salud. A través lo valioso y preciado que resulta este tesoro, un regalo que merece ser cuidado y protegido.

Sorprendidos, pues aún nos quedan más temas increíbles donde sumergirnos y conocer, tu salud te necesita, no la hagas esperar.

Dra Teresa Pérez
Coach de salud
Médico de empresa
Especialista en Valoración de Daño Corporal