Los Ángeles de la Noche trabajan duro en Valencia Sus voluntarios atienden cada semana a cerca de 45 personas sin hogar.
La vida puede cambiar en un instante. Malas decisiones económicas, adicciones u otras muchas circunstancias pueden ser los factores desencadenantes. En Valencia, como en muchas otras ciudades españolas, los Ángeles de la Noche atienden semanalmente a unas 40 ó 45 personas que viven en la calle. José Sosa, responsable de la organización en esta ciudad, nos ha explicado su trabajo, “nuestra principal labor, es llevarle una esperanza de cambio, mostrarles que hay una salida y una solución. Creemos que ninguna persona es feliz viviendo en esa situación.
Para muchos la comida que les damos es el único su
stento que reciben en todo el día y la ropa de abrigo es la manera de no congelarse con las bajas temperaturas de invierno. Les intentamos ofrecer el mejor apoyo posible.”
Cada martes, durante 3 horas, 20 voluntarios recorren las calles valencianas repartiendo mantas y alimentos. Unos alimentos que previamente preparan en cajas y en bolsas térmicas para que les llegue lo más caliente posible. “Lo que más nos llama la atención es sobre todo la frialdad con la que la sociedad trata a los sin techo. En alguna ocasión nos agredieron verbalmente con gritos porque, según nos decían, estábamos perdiendo el tiempo ayudando a esa gente”, asegura Sosa.
La historia de Carlos es una de las que más le ha impactado. Carlos era chef profesional y trabajó durante años en los mejores hoteles de Valencia.
Era muy reconocido pero por culpa de su adicción a la bebida fue perdiéndolo todo: trabajo, casa, amigos, dignidad… pero lo que más le dolió fue perder a su familia. Hace un año que vive en la calle, pero ya no quiere seguir de esa manera. La Mano que Ayuda continúa apoyándole y demostrándole que no está solo y que su vida puede cambiar.
Todo este duro trabajo de los Ángeles de la Noche también tiene sus frutos.
“Luís llevaba 5 años viviendo en la calle y hace uno que comenzamos a ayudarle. Hace un mes le surgió una buena oportunidad laboral en Zaragoza con un buen salario y una casa pero no tenía dinero para el billete. Los voluntarios aunamos nuestras fuerzas y pudimos pagar ese billete. Ahora Luís está trabajando y es completamente feliz”, nos narra el responsable del grupo.
El mensaje que transmite la ONG a las personas que se encuentran en esta situación es que, no todo está perdido. Después de acumular muchos fracasos y frustraciones en su vida, les resulta difícil volver a creer pero no hay que darse por vencidos porque aunque existan mil problemas siempre hay una puerta que se abrirá. Eso es lo que, por ejemplo, le ocurrió a Luís. Conseguir lo que uno se propone es cuestión de tiempo y La Mano que Ayuda te acompañará en esta búsqueda.