La Mano que Ayuda tiene 24 sedes repartidas por toda España. En ellas realiza actividades variadas y dirigidas a los grupos de personas más desfavorecidos o con unas necesidades específicas: mayores, personas en paro, inmigrantes, gente con adicciones, etcétera.
La Mano que Ayuda no se olvida de las personas sin hogar
Una de las iniciativas semanales que sus voluntarios llevan a cabo por toda la geografía española es la denominada “Ángeles de la Noche”. Mediante ella se visita a las personas sin hogar y se les lleva comida, ropa de temporada y palabras de aliento. Como decíamos, cada martes por la noche recorren las calles durante dos horas. El objetivo es ayudarles, pero además, que sean conscientes de que no están solos y que recuperen las ganas de luchar para salir cuanto antes de esa situación.
Las características de los «sin techo»
El perfil de estas personas es variado, pero suelen estar en alguna de estas situaciones: inmigrantes que vinieron buscando unas condiciones de vida mejor pero que no encuentran trabajo y no pueden pagar ni una habitación, desempleados, divorciados o adictos. Es cierto que es más habitual ver a hombres que a mujeres, pero en los últimos tiempos ellas también se están viendo obligadas a dormir a la intemperie.
¿En qué consiste esta actividad?
Todo este trabajo sería imposible realizarlo sin el esfuerzo de los voluntarios de la asociación. Ellos buscan, preparan y empaquetan durante una semana los productos que se entregarán a las personas sin hogar. Posteriormente, y a pesar de las inclemencias del tiempo, salen a la calle para hacérselo llegar en condiciones óptimas y con la mejor de sus sonrisas.
Así, por ejemplo, semanalmente en toda España se ayuda, gracias a la labor de los Ángeles de la Noche, a más de 400 personas.
Una tarea que merece la pena
Los responsables de los diferentes centros de La Mano que Ayuda que realizan esta actividad coinciden en la calificación que hacen de la misma. Consideran que es una tarea muy productiva porque se apoya a personas que lo necesitan realmente. Por su parte, los sin techo, muestran mucho agradecimiento, al sentir que, para todos estos voluntarios de la ONG no son marginados sino parte de la sociedad.
Casos reales: Los Ángeles de la Noche
Las anécdotas se suceden en cada salida. Llama la atención, particularmente, el caso de un hombre muy mayor que quiso compartir los alimentos que le dieron con uno de los voluntarios. Una muestra de que, aunque están pasando una gran necesidad son solidarios con los demás.
Otro caso fue el de un hombre que dejó a su familia en Castellón y se fue a Barcelona buscando trabajo, pero aún no lo ha logrado y, para no gastar el poco dinero que consigue en la mendicidad, duerme en la calle.
O la historia de un inmigrante portugués al que su familia le abandonó por su adicción a las drogas. Él llegó a España hace 13 años y desde entonces está completamente solo y se emociona al recordar a esos familiares que no le quieren ver.
Narraciones que se suceden en todas las ciudades de nuestro país y que no pueden dejarnos indiferentes. Caras que reflejan el dolor sufrido y un sinfín de necesidades.