La Mano Que Ayuda visitó a los niños hospitalizados en el Hospital de Navarra
Los niños nos dan grandes lecciones de vida incluso en los momentos más complicados. Muchos de ellos tienen como «casa» un hospital ya que sufren enfermedades más o menos graves, pero nunca pierden la sonrisa.
Es cierto que, si para un adulto estar encerrado en un hospital puede resultar tedioso, para los niños que les encanta salir, correr y jugar puede convertirse en algo tremenda- mente difícil. La Mano que Ayuda, consciente de esta situación, ha realizado una actividad especialmente dirigida para los niños con esta problemática, que se encuentran ingresados en el hospital de Navarra.
¡Todo por la felicidad de un niño!
Los voluntarios realizaron diversos juegos con el objetivo de distraer a los pequeños. “Hemos dedicado varias horas a los niños de entre 0 y 17 años haciendo actividades dirigidas a cada grupo de edad. Así, por ejemplo, hemos hecho el juego de las sillas, hemos bailado, les hemos regalado juguetes, etcétera”, relata el responsable de LMQA en Navarra, Raúl Corrales.
Los padres se mostraron muy agradecidos al ver a sus hijos sonriendo y olvidándose por un momento de los dolores, las agujas y los problemas. “Muchos niños se queda- ron sin palabras al vernos y sus caras de felicidad hablaban por sí solas», afirma Corrales.
Ningún niño sin juguete
La Mano Que Ayuda realiza, anualmente en su sede, este evento denominado «ningún niño sin juguete» para los niños más necesitados. En esta ocasión ha querido trasladarlo al hospital para que también puedan disfrutar otros niños que tal vez no estén necesitados económicamente, pero si emocionalmente.
“Como voluntarios nuestra mayor alegría es servir a los demás, principalmente si éstos están en una situación precaria, o si están necesitando cariño, una alegría, etcétera. Esta es la razón por la que existe La Mano que Ayuda y cuando cumplimos estos objetivos somos los más felices del mundo”, asegura el responsable de Navarra.
La actividad ha sido todo un éxito. Por eso tienen previsto volver a colaborar a lo largo del año con más actividades dirigidas a niños o a otro colectivo como el de los mayores hospitalizados.