En una sociedad donde no parece sobrar tiempo para cuidar de nuestros ancianos, desde la ONG desafiamos la falta de tiempo y hacemos hueco para darles una atención especial, porque la tercera edad siempre será muy importantes para nosotros.

El pasado viernes 24 de mayo, los voluntarios de La Mano que Ayuda de Pamplona se dispusieron, una vez más, a ofrecer una tarde entrañable de cuidado y cariño a los mayores que viven en la residencia San Sebastián, en el municipio de Andosilla, provincia de Navarra. Esta acción, que se viene realizando desde hace algo más de un año, tiene como objetivo que los mayores pueden distraerse, animarse y sentirse valorados.

A veces nos encontramos con abuelos que llevan mucho tiempo sin recibir una visita, se sienten solo y melancólicos de un pasado donde se sentían útiles y con una vida social y familiar más activa. Para nosotros, el verlos sonreír agradecidos, es la mayor recompensa que podríamos recibir por nuestra labor.

En esta ocasión hicimos una tarde belleza, donde tanto señores como señoras pudieron disfrutar de un masaje, una manicura o una hidratación. Estas actividades, asegura el coordinador: «es muy provechosa y gratificante tanto para los ancianos como para nosotros voluntarios. Ellos se sienten queridos y nosotros nos sentimos felices de poder ayudar.»

El número de ancianos que se benefició de este evento fueron 15, cantidad que varía según la ocasión. Los materiales fueron donados de manera desinteresada por personas anónimas, lo cual agradecemos encarecidamente.

Hacemos extensivo este agradecimiento a los voluntarios que se ofrecieron, una vez más, a dejar sus ocupaciones personales para ayudar a otros. Esperamos que, poco a poco, el deseo de ayudar alcance a más personas en nuestra sociedad.