blog_noticias_chabolaSiempre hemos oído hablar acerca de la importancia que tiene fijarse en los pequeños detalles y de que los pequeños gestos revelan la grandeza de una persona; pero ¿hasta qué punto estos gestos pueden transformar vidas?

En La Mano Que Ayuda creemos en esta máxima y, por eso, día a día nos esforzamos en llegar hasta aquellos que más lo necesitan sin importarnos las distancias. Así pues, el martes, acudimos a la llamada de una familia que vive en un poblado de Madrid, en condiciones precarias y de pobreza extrema, sin las mínimas condiciones básicas.

Nos acercamos hasta allí para hablar con Mireya quien nos contó lo mal que lo está pasando al ver el peligro que corren sus hijos por vivir junto a las ratas e, incluso, junto a serpientes. Nos describía como para poder dar de comer a sus niños tiene que recurrir a la caridad de otras personas, como su pareja busca chatarra y, con lo poco que consigue, compra, cuando puede, los pañales que tanto necesita su niña de dos meses. Ella se siente impotente porque, a veces, no puede dar el pecho a su hija ya que casi no tiene leche para amamantarla pues, ella misma, no puede alimentarse bien. La Mano Que Ayuda llevó a esta familia leche infantil de continuación, ropa para la niña y productos de primera necesidad para todos, con el fin de ayudarles a superar esta situación.

Su pequeño gesto de abrirnos las puertas de su humilde chabola, abrió nuestra visión para darnos cuenta de lo poquito que estamos haciendo frente a las grandes necesidades que hay y de que, si todos ayudamos, familias como la de Mireya tendrán algo que llevarse estómago y, sus niños, podrán tener una mayor esperanza de vida.